Estar a la cabeza del consumo mundial de cemento no es suficiente. El estado español va a la búsqueda de un nuevo récord: el de contar en el año 2010 con la mayor red de alta velocidad construida; 2230Km previstos.
Si bien es posible que esta cifra no se alcance, porque muchos son los tramos que todavía están en fase de proyecto, lo cierto es que hay ya varias líneas en funcionamiento (Madrid-Sevilla; Madrid-Zaragoza-Terragona; Madrid-Zaragoza-Huesca), y otras muchas en construcción.
Una de ellas es la denominada "Corredor del Noroeste", con los tramos Ourense-Compostela, y el tramo Ferrol-Coruña-Compostela-Vigo, que se pretende conectar con la ciudad de Porto (proyecto enmarcado dentro del intento de creación del área metropolitana Pontevedra-Vigo-Porto).
Una nueva cicatriz en nuestro territorio que se une a las provocadas por las innumerables autopistas, autovías o vías rápidas que ya lo atraviesan.
Una vez más, el discurso del progreso es empleado para intentar justificar ante la población el avance de la destrucción que supone la llegada de una infraestructura como esta.
Una infraestructura que, como tantas, pagaremos entre todas (y no sólo económicamente; sino con la destrucción de nuestras aldeas y barrios, con las molestias que tanto su construcción como su funcionamiento provocará sobre nuestras vidas, o con la especulación urbanística y el desmantelamiento del tren convencional que trae asociados, o incluso con las vidas de numerosos trabajadores que ya se ha cobrado su construcción), para el beneficio de unos pocos.
Sin embargo, comienza a haber respuestas.
Desde las más "legalistas", como la presentación de alegaciones (en general no respondidas), a la celebración de mesas redondas y debates, o manifestaciones como la de Cambre, donde el trazado de alta velocidad dividiría en dos la Fraga de Cecebre.
Sin olvidar las varias acciones de destrucción de máquinas implicadas en las obras que se llevan producido ya desde su inicio en nuestro territorio.
De hecho, prácticamente en todos los puntos de paso previsto del AVE existen pequeños núcleos de resistencia.
Falta sin embargo llegar a una coordinación entre ellos, que no podrá sino basarse en el rechazo radical al AVE en su conjunto.
Marta (GAS) para rojoynegro.info
Si bien es posible que esta cifra no se alcance, porque muchos son los tramos que todavía están en fase de proyecto, lo cierto es que hay ya varias líneas en funcionamiento (Madrid-Sevilla; Madrid-Zaragoza-Terragona; Madrid-Zaragoza-Huesca), y otras muchas en construcción.
Una de ellas es la denominada "Corredor del Noroeste", con los tramos Ourense-Compostela, y el tramo Ferrol-Coruña-Compostela-Vigo, que se pretende conectar con la ciudad de Porto (proyecto enmarcado dentro del intento de creación del área metropolitana Pontevedra-Vigo-Porto).
Una nueva cicatriz en nuestro territorio que se une a las provocadas por las innumerables autopistas, autovías o vías rápidas que ya lo atraviesan.
Una vez más, el discurso del progreso es empleado para intentar justificar ante la población el avance de la destrucción que supone la llegada de una infraestructura como esta.
Una infraestructura que, como tantas, pagaremos entre todas (y no sólo económicamente; sino con la destrucción de nuestras aldeas y barrios, con las molestias que tanto su construcción como su funcionamiento provocará sobre nuestras vidas, o con la especulación urbanística y el desmantelamiento del tren convencional que trae asociados, o incluso con las vidas de numerosos trabajadores que ya se ha cobrado su construcción), para el beneficio de unos pocos.
Sin embargo, comienza a haber respuestas.
Desde las más "legalistas", como la presentación de alegaciones (en general no respondidas), a la celebración de mesas redondas y debates, o manifestaciones como la de Cambre, donde el trazado de alta velocidad dividiría en dos la Fraga de Cecebre.
Sin olvidar las varias acciones de destrucción de máquinas implicadas en las obras que se llevan producido ya desde su inicio en nuestro territorio.
De hecho, prácticamente en todos los puntos de paso previsto del AVE existen pequeños núcleos de resistencia.
Falta sin embargo llegar a una coordinación entre ellos, que no podrá sino basarse en el rechazo radical al AVE en su conjunto.
Marta (GAS) para rojoynegro.info